El pasado jueves 24 de abril no fue un día cualquiera en Fundación El Triángulo. Desde temprano, los pasillos comenzaron a llenarse de voces, colores y expectativas, listos para recibir a familias, amigos y aliados estratégicos en nuestra Casa Abierta, una jornada especial en la que compartimos lo que más nos inspira: la fuerza transformadora del arte.
Bajo el nombre «Muestra vivencial de talleres artísticos», preparamos un recorrido por los distintos lenguajes que nuestros estudiantes exploran a diario: pintura, dibujo, música, danza y teatro. Cada espacio se convirtió en una pequeña galería, donde cada obra era una ventana al mundo interior de nuestros estudiantes.
Fue conmovedor ver cómo los asistentes se detenían con admiración o curiosidad frente a una pintura, coreografía, obra de teatro o simplemente escuchar las experiencias. Más allá del resultado estético, lo que se vivió fue un encuentro humano donde la expresión artística se convirtió en puente entre el arte y el cambiar vidas.
Y es que eso buscamos en El Triángulo: crear espacios donde cada persona pueda descubrirse, expresarse y crecer. Donde el arte no sea un lujo, sino un derecho. Donde la creatividad no tenga límites y la inclusión sea la norma, no la excepción.
Agradecemos de corazón a todos quienes nos acompañaron. Su presencia nos recuerda que no estamos solos en este camino, y que juntos podemos seguir construyendo una sociedad más empática, sensible y justa.